viernes, 30 de octubre de 2015

DALLE



     Si hay un ámbito en el que los nombres reflejan la diferencia de usos locales, este es en el de las herramientas y más aún en el de las agrícolas.Recuerdo que en mi primer año de trabajo en Betanzos  hice con los alumnos de 2º BUP una exposición de herramientas agrícolas. Cada una debía llevar su nombre...y mi sorpresa fue que los visitantes no se ponían de acuerdo en dichos nombres porque en cada aldea se llamaba de forma diferente a la misma cosa .

     Hace ya tiempo que nos referimos al nombre que se daba a algunas azadas (morisca) y expuse mi tesis de la relación de este nombre con la larga presencia musulmana en el Valle del Ebro.

     Hoy trataremos otra herramienta cuyo nombre sólo puede encontrarse en algunas zonas del norte de España. Me refiero al dalle, que habitualmente se conoce en la mayoría de España como guadaña: Instrumento para segar, que se maneja con ambas manos, formado por una hoja larga y curvilínea, puntiaguda por un lado y sujeta por el otro, más ancho, a un mango largo que forma ángulo con el plano de la hoja y lleva dos manijas, una en el extremo y otra en el segundo tercio del mismo. (RAE)

Estudiar esta palabra, que recuerdo haber oido a menudo a mi padre, ha sido muy interesante.
  • La forma guadaña tiene un origen posiblemente germánico : (wikcionario) Según Corominas (Diccionario etimológico de la lengua castellana): procede de la raíz germ. WAITH- 'cultivar la tierra'; probablemente se trata de un gót. WAITHANEIS (plural WAITHANJOS) 'propio de prados', deriv. del gót. WAITHO 'prado, pastizal'; dicho adjetivo se latinizaría en WATANIA, de donde guadaña.

  • Pero, como si el Valle del Ebro (una vez más) volviera a ser una gran ruta de comunicación e influencias,  veo que la palabra “dalle”, según la RAE, tiene origen posiblemente provenzal (dahl) a través del catalán (dall) y ambas del latín daculum.  
         Encontramos el término en la forma "dalle" o variante como “dallo” o “dalla” en zonas de Aragón, Soria, Burgos, Palencia y zonas muy concretas de Álava o Cantabria (buen ejemplo de ésto unos refranes pasiegos: "El buen dalle, corta hasta el ren" (parte posterior al filo), "Dalle que no canta, hierba que no levanta"); También en Navarra con la forma “talla” ( ver magnífico artículo en “en el ángulo oscuro”) Desde luego en Galicia no se usa esta forma sino el término gadaña (según zonas con geada)

Mientras hacía esta entrada no paraba de rondarme por la cabeza un dicho en el que aparecía la expresión “dalle dalle”. Luego de mucho pensar me he dado cuenta de que se trata de una adivinanza en galego y aunque no tiene nada que ver con la herramienta de la que estamos hablando, y ya que se ha colado teimuda, no me resisto a ponerla aquí :

Que é unha cousiña, cousa: dous dereitiños, un dalle-dalle, catro mexafontes e un rega-montes    (solución:  acav al)


sábado, 24 de octubre de 2015

En la viña y el soto...que no vaya el uno detrás del otro


     Tanto los bosques de la orilla del río, los sotos, como las viñas,  son lugares en los que es fácil encontrar ramas largas  que se entrometen en el camino o el renque. Normalmente son muy flexibles (sarmientos, tambarices, sauces...) por lo que, una vez apartadas cuando alguien pasa, regresan a su posición original con un movimiento rápido y, dependiendo de su longitud, violento . Por eso,  no conviene ir demasiado cerca de la persona que camina por delante de ti en la viña o el soto .

     Recuerdo que la primera vez que escuché el refrán iba con mi padre ( quizá pescando, eso no lo recuerdo bien) por la orilla del río. El refrán vino precedido de un buen cinglazo en la cara de una de esas ramas largas de las que hablábamos. Con la jeta caliente por el latigazo y aún viendo estrellitas escuchas : “en la viña y el soto..., que no vaya el uno detras del otro”. Hay que reconocer que el sistema de aprendizaje es puro método científico: por la experiencia.

     Pues ayer mismo tuve la ocasión de pronunciarlo yo mismo porque hicimos una excursión al monte con rapaces de 1º de ESO. Algún galeguiño aprendió un sabio refrán riojano....por la experiencia.

viernes, 16 de octubre de 2015

Hormigos...para hocicones y lambiotos



     La palabra que hoy llega a este blog me trae inevitablemente el recuerdo de mi madre y de mi abuela Juana. Se trata de los “hormigos” un postre popular y humilde donde los haya . Un plato en el que mi madre, y especialmente mi abuela Juana, eran expertas . 

      Se trata de uno de esos platos que tanto me atraen en la cocina popular, porque reflejan lo que se puede hacer cuando no hay mucho de lo que tirar ( lo que ocurre con las migas, el ajoblanco o las torrijas...) Es una cocina que sin ser de la abundancia no por ello es menos rica.

     Los hormigos los recuerdo como una mezcla casi sólida pero muy suave de harina y leche azucarada. En boca con una sensación agradable que invita a comer aunque te llamen hocicón(a) ( el equivalente riojano de goloso) o lambioto(b) ( que dicen los toperos de Murillo)
  1. Buscando que te busca he encontrado una receta de hormigos de Santa Marina hechos con suero muy propia de  pastores como el abuelo José (porcierto por ella he descubierto un interesante blog de Alberite: http://www.riojarchivo.com/ )
  1.  
     
  2. Y hemos visto su existencia con diversos nombres: formigos, ormigos, formiguillos... en Galicia, Asturias, Álava . Aunque en estos casos es una especie de tortilla de pan o migas muy mojadas.

Este fin de semana no podré probarlos pero espero que Doña Antonia vaya practicando para cuando vaya por La Rioja.... Y si tiene algo que añadir a ésto que he dicho... que hable.



(a) En el diccionario de la RAE solo refleja la acepción hocicón u hocicudo: “Dicho de una persona: Que tiene boca saliente” Pero el matiz en La rtioja está en el gusto por comer dulces. A veces también se puede usar “morrón”

(b) Por cierto es curiosa la semejanza de este “toperismo”con una palabra gallega para referirse a una personaa la que le gusta comer: lambón.

sábado, 3 de octubre de 2015

Vocabulario de vendimia


Fin de semana de vendimia en Beraza y Valempudia. Hace ya años que me pierdo este trabajo, que es también fiesta. Como es lógico, alrededor de esta actividad existe un vocabulario muy rico. Pero, como sería muy largo ir palabra por palabra...voy a reunir unas cuantas (destacadas en negrita) en un breve párrafo. Con el tiempo podremos aclarar cada una por separado.

      Madrugar un poco.   Aparejar el burro o el macho: serón, salma, cincho.   Cargar camportillos y cunachos, corquetes y tijeras.  
      El camino son cinco órdenes bien sencillas, cinco instrucciones que la caballería que nos lleva entiende perfectamente: arre , só, un chasquido gutural, güesque y guallao. 
     Después, en la viña o en el majuelo cada uno coje su renque y a tajo parejo va recogiendo de las cepas racimos y racimas: Garnacha, Viura, Trempanillo (sic), Graciano ( “ni pal mozo ni pal amo”)... De vez en cuando a uno de esos racimos, de los más apetitosos, le damos un mordisco y ... al cunacho.
      A media mañana “echar un bocao”, un trago de vino y... ¡ al tajo ! Ir llenando camportillos e irlos pisando en la misma viña para que coja más uva en ellos. 
     Al final de la labor vuelta a la bodega. Llenar el lago y pisarlo. Probar el primer mosto. Distinguir caldos, para luego repartir entre los que llenan el lago: lágrima, pie y prensa

     Después de ésto solo queda esperar...y vigilar. Porque el vino que saldrá después de esta jornada de trabajo necesitará su tiempo para hacerse y habrá  que estar pendientes de él casi diariamente...  
     Pero eso es algo que al abuelo Victoriano en sus tiempos o ahora a Julián Sardina y a Josemari no les supone trabajo, es más, estoy seguro que les gusta... Y a nosotros nos gusta el resultado... hip! 


NOTA.

Hace unas  semanas  hablábamos de las catas de melón y de la afición de alguna troncherita por esta fruta. Como mas vale tarde que nunca...he conseguido recuperar una imagen que confirma lo dicho.

 Ella en el centro ¡ la más concentrada en la tarea!¡Ni mira a la cámara, pa qué!

¡Esto si que eran fiestas!