Por la vida, y particularmente por la
infancia de todos nosotros, pulularon seres fantásticos de lo más
variopinto. Desde el "coco" al "burro'l gitano" que murió cuando se
había acostumbrado a no comer o el "hombre del saco"...
Por la mía se paseaba con frecuencia
el “gitano Viniegra” (posiblemente recortando la expresión
“gitano de Viniegra”, aunque sin precisar si de Arriba o de
Abajo). Por cierto, ambas Viniegras son parte de la comarca riojana
llamada de las Siete Villas y en esta zona existe un topónimo
significativo: el Collado del Gitano.
Este personaje forma parte de una
expresión que he oído mil veces en casa, especialmente a mi padre:
”Eres como el...” o “eres peor (pronunciado [
'pjor ] ) que el gitano Viniegra, que no iba a misa
por llevar la contraria a Dios”. La expresión viene a cuento
cuando una persona se empeña en hacer algo de forma diferente de la
habitual, desoyendo la tradición o los consejos de otra persona
que, teóricamente, sabe de sobra como ha de hacerse. Como buscando
la ruptura con lo establecido, como sintiendo placer en hacerlo
diferente en llevar la contraria.
Suele venir muy a cuento en época
adolescente cuando crees que cada una de tus acciones va a inventar
un mundo nuevo y buscas el choque con los consejos y
modos de hacer de la gente mayor. En esos casos escuchas que “eres
peor que el gitano Viniegra, que no iba a misa por llevar la
contraria a Dios”. Otras veces será la cantinela con que se
critique a la persona de carácter que se empeña en hacerlo todo
como él lo ve, desafiando rutinas y tradiciones.
La expresión me sugiere que a este gitano no le importaría ir a misa... pero puestos a desafiar, que sea a lo más alto.
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