domingo, 8 de febrero de 2015

Jara



Estamos en días de mucha lluvia. A menudo los grifos de casa manan agua turbia (buena época para el negocio de las aguas minerales)
No es que no usará en mis tiempos mozos el vocablo “turbia” . Pero lo cierto es que lo asocio a un grado grande de turbidez. Y si la suciedad era extrema podíamos llegar a decir que “era” o “bajaba cenaco” (ya hablamos en la anterior entrada de esta palabra).

En cambio cuando el grado era más leve y el agua bajaba manchada lévemente “venía jara”. (esta acepción la encuentro en un diccionario de riojanismos)

La verdad es que me extrañaba este uso de la palabra jara, que luego por mis estudios y por mi encuentro con Extremadura, adquirió otro sentido (el de la característica planta mediterránea). Pero ha sido interesante encontrar en el diccionario de la Real Academia una acepción de la palabra, como adjetivo, que parece dar una explicación al uso que yo conocía:
jaro, ra.
1. adj. Dicho de un animal, y especialmente del cerdo o del jabalí: Que tiene el pelo rojizo. U. t. c. s.
Lo cierto es que cuando el agua de río leza bajaba jara adquiría ese color rojizo al que se refiere la definición del diccionario.

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