La palabra que ahora viene este blog no parece muy especial o diferente: "habas". Pero para los riojanos que
vivimos, por ejemplo en Galicia, es un auténtico problema porque lo
que nosostros llamamos habas no se corresponde con lo que en Galicia
llaman fabas. En Galicia las fabas son lo que nosotros llamamos alubias
(técnicamente phaseolus vulgaris) y nuestras habas apenas se conocen
por aquí. Aunque recuerdo que en nuestro año de Ortigueira pude
enterarme que había gente que sembraba habas ( faballóns decían)
pero no para comerlas sino como previo para preparar el terreno donde
luego se ponían patatas.
La habas fueron antes del decubrimiento
de América ( que es cuando llegaron la mayoría de la alubias que
ahora conocemos a Europa, salvo las que llaman “carillas” que al
parecer ya se cultivaban en Europa) un alimento básico.
Se podían
sembrar muy temprano y aguantaban los rigores del invierno. Por lo que
muy pronto, final del verano o inicio da primavera, ya podías
consumir un producto fresco. Un recurso muy importante pues, para
las economías pobres y que daba un plato energético pero, en el
fondo austero. Había que ponerle algo de grasa (tocino, chorizo...)
para darle gracia a las habas. Seguramente por eso ( y aún lo
escuché el otro día a mi padre) se dice de una persona que es “más
seria que un plato de habas”.
Por eso me envió, haciendo de
documentalista aplicado, mi hermano Jose esta copla tomada del libro
“Santuarios
Marianos de La Rioja”:
San Cristobal en un alto
Santa Marina el el río,
y la Virgen de Beraza
en medio del regadío
cuidando las habas verdes
pa comerlas con tocino.
Réplica de la imagen gótica de la Virgen de Beraza.
José María Ferrer García
NOTA:
Pocos días despues de escribir esta entrada recibí en mi correo una amable aportación de Xose Luis Mosquera compañeiro en el Instituto y galego de pro:
A nós pásanos ó revés, claro. Cando saimos de Galicia e pensamos en 'habas' cóstanos poñerlles cara de faballóns.
E por certo, é raro quen non sementa o seu leironciño de faballóns
no hortelo. A min vólveme louco o caldo deles (é coma outro pero
sustitúese a verdura polos faballóns, e, of course, leva tamén fabas, ou
sexa, alubias). É certo que cada día faino menos xente, era cousa de
casas da aldea que xa case non quedan na contorna, pero tamén pode ser
que o que non van quedando son as mulleres que aínda o facían.
(En Eladio Rodríguez hai mención).