domingo, 14 de junio de 2015

Habas



La palabra que ahora viene este blog no parece muy especial o diferente: "habas". Pero para los riojanos que vivimos, por ejemplo en Galicia, es un auténtico problema porque lo que nosostros llamamos habas no se corresponde con lo que en Galicia llaman fabas. En Galicia las fabas son lo que nosotros llamamos alubias (técnicamente phaseolus vulgaris) y nuestras habas apenas se conocen por aquí. Aunque recuerdo que en nuestro año de Ortigueira pude enterarme que había gente que sembraba habas ( faballóns decían) pero no para comerlas sino como previo para preparar el terreno donde luego se ponían patatas.

La habas fueron antes del decubrimiento de América ( que es cuando llegaron la mayoría de la alubias que ahora conocemos a Europa, salvo las que llaman “carillas” que al parecer ya se cultivaban en Europa) un alimento básico. 

Se podían sembrar muy temprano y aguantaban los rigores del invierno. Por lo que muy pronto, final del verano o inicio da primavera, ya podías consumir un producto fresco. Un recurso muy importante pues, para las economías pobres y que daba un plato energético pero, en el fondo austero. Había que ponerle algo de grasa (tocino, chorizo...) para darle gracia a las habas. Seguramente por eso ( y aún lo escuché el otro día a mi padre) se dice de una persona que es “más seria que un plato de habas”.

Por eso me envió, haciendo de documentalista aplicado, mi hermano Jose esta copla tomada del libro “Santuarios Marianos de La Rioja”:
  
San Cristobal en un alto
Santa Marina el el río,
y la Virgen de Beraza
en medio del regadío
cuidando las habas verdes
pa comerlas con tocino.

Porque conviene recordar las tres formas de consumir las habas: como habas secas, en grano tiernas ( las habas verdes) y en calzones ( muy tiernas con su vaina). Las tres son muy ricas aunque no para todos los gustos. Secas son muy fuertes y he leído que a veces se molían para hacer harina que se mezclaba con la harina panificable. Tiernas son un manjar y con chocos ( calamarcitos) , como las comen el Córdoba, son una delicia. En calzones, con tocino de veta y bien de cebollita son muy ricas. Y en calzones, sin tocino ni cebolla, es como más le gustan a los pájaros que viven cerca de Mexapán y que no me dejan una... si me descuido.

Réplica de la imagen gótica de la Virgen de Beraza.
José María Ferrer García

NOTA:
     Pocos días despues de escribir esta entrada recibí en mi correo una amable aportación de Xose Luis Mosquera compañeiro en el  Instituto y galego de pro:

  A nós pásanos ó revés, claro. Cando saimos de Galicia e pensamos en 'habas' cóstanos poñerlles cara de faballóns.
E por certo, é raro quen non sementa o seu leironciño de faballóns no hortelo. A min vólveme louco o caldo deles (é coma outro pero sustitúese a verdura polos faballóns, e, of course, leva tamén fabas, ou sexa, alubias). É certo que cada día faino menos xente, era cousa de casas da aldea que xa case non quedan na contorna, pero tamén pode ser que o que non van quedando son as mulleres que aínda o facían.
(En Eladio Rodríguez hai mención).

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