Lo que mueve la entrada de este domingo
no es propiamente una palabra especial de mi vocabulario
riojano, sino un recuerdo que se asocia al Domingo de Ramos . Por eso
hoy, que celebramos esta fiesta, tiene más sentido. Esta fiesta era una de
las que guardo más bonitos recuerdos. Nos poníamos a juego con la
liturgia que narra la alegría de los niños hebreos recibiendo con
ramos a Jesús en su última entrada a Jerusalén.
La chiquillería acudía ese día a la
misa del domingo (y ese día además no faltabamos -sic
pronunciada llana- por nada del mundo) con los ramos de laurel o
de olivo. Tengo el recuerdo de que la gente más pudiente compraba
auténticas palmas que decoraba con lacitos de colores. Pero, como
veremos, este tipo de palmas no eran un buen invento... porque no
podían contener-soportar lo que nuestros populares ramos de laurel.
Los ramos en Ribafrecha ( y por lo que
he podido ver estos días, en otros pueblos de La Rioja) eran una
auténtica representación del paraiso de los pequeños . De ellos se
hacían colgar esas riquísimas rosquillas recién hechas por
nuestras madres o abuelas que llenaban nuestra nariz de un aroma
inconfundible , o “collares” de palomitas que habíamos hecho
haciendo saltar maiz chino. Luego, el signo de los tiempos, fue
añadiendo a esos ramos los productos de la sociedad industrial:
palotes, piruletas, chupa-chups, kit-kat...
Después de publicar la entrada en facebook aporta Susana Trapero un dicho que cuadra bien con una tradición de estrenar ropa por esa fecha. :
Domingo de Ramos el que no estrena algo se queda sin manos
Diremos también que esta tradición de renovar vestuario es coherente con la intención de la fiesta. Después de todo, la fiesta de la Pascua cristianizó una fiesta de renovación anual de la primavera y esa renovación es la que se materializa con la costumbre de estrenar. De paso diremos que aunque hoy en día compramos y estrenamos todo el año...en las sociedades tradicionales esto sólo podía hacerse en fechas muy señaladas y Ramos, la puerta de la Semana Santa y la Pascua esra una ocasión propicia.
¡Gracias, cuñada, por mejorar-completar la entrada!
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