domingo, 29 de marzo de 2015

Domingo de Ramos


     Lo que mueve la entrada de este domingo no es propiamente una palabra especial de mi vocabulario riojano, sino un recuerdo que se asocia al Domingo de Ramos . Por eso hoy, que celebramos esta fiesta, tiene más sentido. Esta fiesta era una de las que guardo más bonitos recuerdos. Nos poníamos a juego con la liturgia que narra la alegría de los niños hebreos recibiendo con ramos a Jesús en su última entrada a Jerusalén.

     La chiquillería acudía ese día a la misa del domingo (y ese día además no faltabamos -sic pronunciada llana- por nada del mundo) con los ramos de laurel o de olivo. Tengo el recuerdo de que la gente más pudiente compraba auténticas palmas que decoraba con lacitos de colores. Pero, como veremos, este tipo de palmas no eran un buen invento... porque no podían contener-soportar lo que nuestros populares ramos de laurel.

     Los ramos en Ribafrecha ( y por lo que he podido ver estos días, en otros pueblos de La Rioja) eran una auténtica representación del paraiso de los pequeños . De ellos se hacían colgar esas riquísimas rosquillas recién hechas por nuestras madres o abuelas que llenaban nuestra nariz de un aroma inconfundible , o “collares” de palomitas que habíamos hecho haciendo saltar maiz chino. Luego, el signo de los tiempos, fue añadiendo a esos ramos los productos de la sociedad industrial: palotes, piruletas, chupa-chups, kit-kat...

     Lo cierto es que aquella Misa se hacía laaaarga, laaarga.... Porque aquellas apetitosas hociconadas no se podían comer hasta que saliéramos de la Iglesia (bueeeeeno...alguna palomita o pedacito de rosquilla caía en nuestra boca, medio a escondidas, durante la misa) Para alargar la "agonía" de nuestras glándulas salivares,   en la liturgia de Ramos se lee ENTERO el relato de la Pasión... En fin que costaba que acabase aquella misa. Pero a la salida dábamos cuenta del Ramo... de sus chucherías. En la Plaza, sentado en las Costanillas o apoyados en aquel peculiar frontón que tenía dos pequeñas paredes laterales acababa su efímera gloria el Ramo del Domingo de idem ("Sic transit gloria mundi")

Después de publicar la entrada en facebook aporta Susana Trapero un dicho que cuadra bien con una tradición de estrenar ropa por esa fecha.  :

Domingo de Ramos el que no estrena algo se queda sin manos

Diremos también que esta tradición de renovar vestuario  es coherente con la intención de la fiesta. Después de todo, la fiesta de la Pascua cristianizó una fiesta de renovación anual de la primavera  y esa renovación es la que se materializa con la costumbre de estrenar. De paso diremos que aunque hoy en día compramos y estrenamos todo el año...en las sociedades tradicionales esto sólo podía hacerse en fechas muy señaladas y Ramos, la puerta de la Semana Santa y la Pascua esra una ocasión propicia. 
¡Gracias, cuñada, por mejorar-completar la entrada!

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