viernes, 4 de diciembre de 2015

Ni churrea ni murrea


¡Cuantas veces habré oído en mi infancia esta expresión a mi madre o a mi padre! Cuando alguien estaba enfermo, alicaído, escaso de energía y de palabras se decía de él : “Está ahí sentado. Ni churrea ni murrea”
Algunas veces la expresión podía aplicarse a situaciones que no tenían que ver con la enfermedad. Era el caso de alguién que pasaba desapercibido en un grupo por timidez o por no querer significarse en algún tema concreto. En esos casos se quedaba “sin churrear ni murrear”.

Como tantas veces me ocurre, al preparar esta entrada para el blog me he llevado algunas sorpresas. Esta vez, por lo menos dos:

La primera es que he de reconocer que cuando pensé en esta expresión creí que se trataba de una de esas palabras-frases familiares inventadas ( ya hemos hablado otras veces de ellas: languarina, zarracatañita…) pero al buscar información en la red veo que es una expresión bien viva en algunas zonas (nuevamente sobre todo el valle de Ebro, Navarra, Euskadi…).
La busca en la web ha dado como resultado un uso bien amplio. Algunos ejemplos: El caso es que el perro por las noches ni churrea ni murrea ...”; “Rajoy, también y una vez más, ni churrea ni murrea...”, “Ayer estuve trasteando con la máquina...la intento cargar y ni churrea ni murrea.”...
Aquí un pequeño relato de diciembre de 2006 en el que aparece bien contextualizada la expresión:

Ciudadano ejemplar
     Aspiraba a ser ciudadano ejemplar. Con el inicio del año que ahora fenece, se había inyectado una carga superalcalina de buenos propósitos. Hasta pensaba tratar su adicción a la doble fila y abandonar el feo vicio de dejar la basura en el contenedor fuera del horario indicado por la municipalidad. A más a más, hizo votos en la ermita del Cristo del Humilladero para subvertir un hábito que le traía por la calle de la amargura y que le llevaba a ser extremadamente crítico con la autoridad: le encantaba su ciudad y no soportaba ver el, a su entender, paulatino deterioro en que la veía sumida. Una manía como otra cualquiera con la que prometió acabar en este 2006. Quería ser un ciudadano más, un logroñés más, del montón, de esas decenas de miles que ni churrea ni murrea, que lo mismo le da arre que so, que tanto le importa que pinten bastos como oros, que ni carne ni 'pescao', que igual es cesta que ballesta. Un logroñés medio, vamos, con aspiraciones a piso de protección y plaza para aparcar en las mismísimas entrañas de la ciudad. 
     Aspiraba a ser ciudadano ejemplar y en febrero ya había dejado en el camino 8 kilos de sudor y lágrimas por ver a su Logroño abierto en canal, como un cochino en día de matanza. Hasta el verano, aguantó vitaminado y mineralizado y mediado agosto a punto estuvo del achuchón cuando vio caer la penúltima obra del arquitecto Fermín Álamo bajo la dictadura de la especulación (otro aparcamiento subterráneo, por favor).
     Aspiraba a ser ciudadano ejemplar. A cerrar el año como un logroñés más. De los que callan y otorgan. Y no lo ha conseguido. El lunes no lo pudo soportar. Su corazón se paró roto de pena y de desazón en medio de ese parque caótico de tráfico en que se han convertido la ciudad en las últimas semanas y, muy especialmente, en esta que ya dominamos. Falleció y forma parte para siempre de la inmensa mayoría silenciosa de la ciudad.
JOSÉ A. DEL RÍO
(http://www.larioja.com/prensa/20061221/rioja_region/ciudadano-ejemplar_20061221.html)

La segunda sorpresa, aún mayor, es que he descubierto que en otras zonas de España existe una expresión con el mismo uso y evidente parecido en estructura y sonoridad que encontramos recogida en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua (DRAE). Me estoy refiriendo a la expresión “ni chuz, ni muz”(También la encontramos con la variante “ni chus, ni mus”)
no decir ~ ni muz.
1. loc. verb. coloq. no decir palabra.
sin decir ~ ni muz.
1. loc. adv. coloq. sin decir palabra. 

Recojo del blog 365 palabras ( http://365palabras.blogspot.com.es/2010/10/chus.html) que la literatura cuenta con insignes escritores que emplean esta locución. De esta forma, el maestro Tirso de Molina (1579-1648, dramaturgo y poeta español del Barroco) en Amar por señas, escribe:

Quise desfacer el tuerto,
pero por detrás me agarran
dos Galalones monsiures;
ojos y boca me embargan
y, sin decir chus ni mus,
las manos a las espaldas,
en la silla atado el cuerpo...



NOTA DE PRONUNCIACIÓN
Al pronunciar churrear y murrear en la zona de la Rioja de la que hablamos (Ribafrecha, Murillo), la “e” se pronuncia de un modo muy cercano a la “i”, por lo que casi suena “churriar” y “murriar” Este efecto se nota más en la forma de infinitivo que en la de presente.



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